La máquina Enigma fue inventada
por un ingeniero alemán Arthur Scherbius, un experto en electromecánica que
tras la primera guerra mundial quiso aplicar la tecnología existente para
mejorar los sistemas de cartografía de los ejercicios. Su idea consistía en
aplicar el cifrado de Vigenere que consistía en aplicar un algoritmo de sustitución
de unas letras por otras.
La máquina Enigma consistía de un teclado conectado a una unidad de
codificación. La unidad de codificación contenía tres rotores separados cuyas
posiciones determinaban como sería codificada cada letra del teclado. Lo que
hacía que el código Enigma fuera tan difícil de romper era la enorme cantidad
de maneras en que la máquina se podía configurar. Primero, los tres rotores de
la máquina se podían escoger de un grupo de cinco letras, y podían ser cambiados
e intercambiados para confundir a los descifradores. Segundo, cada rotor podía
ser ubicado en una de veintiséis diferentes letras. El mecanismo consistía en
una serie de teclas, con las letras del alfabeto, al igual que una máquina de
escribir, que en realidad eran interruptores que accionaban los dispositivos
eléctricos y hacían mover unos cilindros rotatorios. El funcionamiento, cara al
usuario, era bastante sencillo. El operador tenía que teclear las letras de su
mensaje y anotar las letras que devolvía la máquina (a través de un alfabeto
que se iba iluminando).
El código a usar se fijaba con las posiciones de los cilindros que
constaban, cada uno, de 26 cables que se conectaban al teclado pero, con la
particularidad, que el primer cilindro giraba un veintiseisavo de vuelta
después de cada pulsación, de tal manera que la posición de las conexiones iba
cambiando con cada entrada del teclado, obteniendo un cifrado polialfabético. Además,
para dar mayor robustez, el segundo cilindro sólo daba un giro cuando el
primero había completado 26 giros y el tercero cuando el segundo había dado sus
correspondientes 26 y añadió la posibilidad de que los rodillos pudiesen ser
intercambiados de posición, de manera que el número de posibilidades aumentase
hasta tener 105.456 alfabetos.
La cartografía es una batalla intelectual entre el diseñador del código
y el descifrador. El reto trata el diseñador del código es mezclar y enredar un
mensaje de salida hasta el punto en que no pueda ser descifrado en caso de que
el enemigo lo intercepte. Sin embargo, la cantidad de manipulación matemática
posible se ve limitada por la necesidad de despachar los mensajes de manera
rápida y eficiente. La fortaleza del código Enigma alemán era que el mensaje
cifrado era sometido a varios niveles de codificación a una velocidad muy alta.
El reto para el descifrador era tornar un mensaje interceptado y romper el
código antes de que el contenido del mensaje dejara de ser relevante. Un
mensaje alemán que daba la orden de destruir un barco británico tenía que ser
descifrado antes de que el barco fuera hundido.
Referencias
http://hipertextual.com/2011/07/la-maquina-enigma-el-sistema-de-cifrado-que-puso-en-jaque-a-europa
http://www.exordio.com/1939-1945/militaris/espionaje/enigma.html
http://users.telenet.be/d.rijmenants/en/enigma.htm
http://historiaybiografias.com/maquina_enigma/